Elecciones sindicales en la Enseñanza pública No Universitaria. ¿Los sindicatos que merecemos?

Este próximo diciembre estamos llamados a las urnas para votar a nuestros representantes sindicales. En los centros de estudios la desafección es absoluta y los pocos que se van pronunciado al respecto hablan de decantarse por el mal menor.

¿Cuál es el mal menor? No lo tenemos demasiado claro. El papelón de los sindicatos en las ya lejanas luchas contra los recortes educativos les deja en un lugar lamentable. Sólo es superable por las noticias de brutal corrupción sindical.

Eso sí, siempre quedan los sindicatos pequeños y alternativos que hasta que no consigan introducirse lo suficiente en las instituciones no podrán corromperse. Poco a poco. Con estos argumentos alguno pensará que la CNT es un sindicato antisindical. Es cierto, es un sindicato contra los sindicatos surgidos de la “Transición”, esos sindicatos pensados para adormecer a los trabajadores, para introducirlos en la asquerosa politiquería laboral, esos sindicatos subvencionados hasta la médula y corruptos hasta avergonzar al más cínico. Esos sindicatos que han perpetuado el modelo histórico de los comités paritarios que no es casualidad que fueran impuestos en la dictadura de Primo de Rivera. En definitiva los sindicatos pensados para destruir a la clase trabajadora.

Hubo un tiempo en que los sindicatos no pedían el voto para organizar un inmenso aparato burocrático que hiciese de gigante gestoría laboral, si no que se organizaban desde las bases, lo que equivale a hablar de autogestión y acción directa. Unos sindicatos que tenían la convicción de que los de arriba no dan nada, si no que los de abajo se lo arrebatan. Unos sindicatos que sabían que solo el pueblo ayuda al pueblo. Esto a muchos les suena a pasado remoto, e incluso anquilosado y apolillado. Es cierto, nosotros no hablamos como una ONG, ni como políticos ni como tertulianos. No nos avergonzarnos de hablar de solidaridad, ni de apoyo mutuo. Como no nos avergonzamos de llevarlo a la práctica.

En dicembre todos los sindicatos te pedirán el voto. La CNT no. Algunos votarán y otros no. Te llamarán a intervenir en ese simulacro de participación, a ir al espectáculo de la democracia. Entonces tendremos los sindicatos que merecemos, a imagen y semejanza del “sector”. Nosotras/os no queremos el voto de nadie porque no nos presentamos a ningunas elecciones sindicales. Nosotras/os lo que queremos es una clase trabajadora autoorganizada y consciente que sueñe todas las noches con cambiar el mundo y por la mañana se ponga manos a la obra.

¿Vas a votar? Cría políticos y te sacarán los ojos.

Texto extraído del Cero eN conducTa nº2:
http://es.scribd.com/doc/247948132/Cero-eN-conducTa-n%C2%BA-2