Plan Internacional: Crónica de una mala gestión anunciada

Las captadoras de Plan International empezamos a sentir el runrún del coronavirus ya la primera semana de marzo. Esa semana nosotras todavía no éramos conscientes de la dimensión del problema así que no preguntamos, pero ya teníamos la mosca detrás de la oreja. Eso sí, un compañero tuvo que ir a la oficina un día y vio cómo en la oficina estaban repartiendo gel desinfectante. A las personas que trabajamos en la calle no nos llegó.
Pasó el fin de semana y el lunes 9 la tensión era muy palpable. Los equipos estaban nerviosos no solo por las noticias que nos habían ido llegando durante toda la semana anterior, sino también por el comportamiento de la gente en la calle. Nosotras mismas íbamos con preocupación.
Ese mismo lunes, un compañero escribió al departamento de Recursos Humanos y a su coordinadora preocupados por no tener ninguna noticia de qué pasaba con nosotros que estábamos en medio de la calle y éramos “agentes repetidores” del virus. La contestación fue que estaban pensando en ello y que tenían botes de gel preparados para nosotras. Pero en ningún momento sentimos que estuvieran planteándose quitarnos de la calle cuando era la medida más inteligente a tomar.
De esa comunicación se quedó en que el compañero que les contactó iría a la oficina a por los geles y luego se encargaría de distribuirlos entre el resto de equipos. Se quedó el miércoles porque el lunes no se concretó nada y tuvimos que intercambiar correos el martes para concretar todo el miércoles.
Pero ese martes pasó otra cosa que nos dejó atónitos. Recibimos un correo por parte de la organización sobre la conciliación familiar, ya que se iban a cerrar los coles a partir del miércoles. Bueno, en ese email permitían quedarse en casa a quien estuviera embarazada o tuviera hijos menores de 12 años. PERO SÓLO ERA PARA LA GENTE DE LA SEDE. No eran medidas para los captadores de calle y eso que tenemos entre nosotras varias madres y padres. El enfado iba en aumento. Ese mismo día mandamos a la empresa un primer comunicado desde la Sección Sindical de CNT-AIT solicitando medidas de protección para las trabajadoras de calle, proponiendo distintas formas de realizar teletrabajo y exigiendo como mínimo el mismo trato que reciben las trabajadoras de oficina y comunicación directa. No respondieron.
Después de varios días preocupados y pensando que esta situación era insostenible, el equipo del compañero que debía ir a por los geles (todas afiliadas a CNT-AIT) decidió ir al completo a la oficina para hablar con el director de marketing. La idea era hacerle entrar en razón y que nos mandaran para casa inmediatamente. No fue así. Nos intentó transmitir tranquilidad. Que estaban pensando en ello y que por ahora volviéramos a calle tranquilamente. Previamente, algún compañero entró a hablar con la directora de Recursos Humanos que nos dijo que, en nuestro caso, el teletrabajo no era viable (a pesar de que hemos dado mil opciones de cosas que podemos hacer).
Nos fuimos muy cabreados, pero no acabó ahí la cosa. Poco antes de que acabara nuestro turno, llegó por fin otro email de RR. HH. Pensábamos que ahí nos informarían de las medidas, PERO NO! Una vez más el email era solo para la gente de la oficina. No dábamos crédito a lo que leíamos. Las personas más expuestas que, a la vez, estaban en contacto con tanta gente, o sea, con más posibilidad de sufrir y producir un contagio, no recibían medidas. En cambio, a toda la gente de la oficina les mandaban a casa a teletrabajar.
Así que, en un acto de unión, hablamos todos los equipos (todas afiliadas menos dos trabajadoras) y decidimos ir a la oficina a plantarnos hasta que nos mandaran para casa a teletrabajar. Nosotras queríamos dejar claro el error que estaban cometiendo pero mientras esperábamos a que nos atendieran nos llegó otro correo. Esta vez sí iba dirigido a las captadoras. En él se nos comunicaba la suspensión de la actividad de captación y nos mandaban a casa. También nos comunicaban que se nos pagaría el salario fijo y el objetivo proporcional del mes. Era día 11 de marzo y nosotras contábamos con mantener el trabajo ese mes como ponía en ese email. Tras recibir la noticia y aprovechando que estábamos casi todas decidimos reunirnos de urgencia para mandar un comunicado reiterando nuestra disposición a teletrabajar, dado que ya nos olíamos el ERTE…
El día 16 nos llegó otro correo para que hiciéramos teletrabajo unas horas a la semana. Pedían también que nos hiciéramos formaciones entre nosotras. Nosotras aceptamos de buena gana. Pero nos enteramos en Madrid, que a la gente de Andalucía les habían dicho que no, que no podían teletrabajar (lo mismo que la directora de Recursos Humanos le dijo al compañero aquí en Madrid). Así resultaba imposible evitar la confusión de los mensajes contradictorios que nos llegaban, por lo que el día 20 de marzo, la sección sindical de CNT-AIT mandamos un comunicado a la empresa solicitando aclaraciones y reiterando una vez más nuestra disposición al teletrabajo. Nada, silencio absoluto por parte de la empresa, como siempre.
El lunes 23 nos reunimos los equipos de Madrid para ponernos de acuerdo en qué hacer. Pero ese día los jefes de equipo fueron llamados a una reunión con el director de marketing. En esa reunión nos comunicaron que la empresa había decidido presentar un ERTE. Eso sí, ¡con carácter retroactivo! ¡Desde el día 14! Es decir, que no nos iban a tener todo marzo. ¡Y, además, sólo a la plantilla del F2F!* Nos argumentaron razones económicas pese a que en Plan Internacional hay directivos que cobran 5 veces más que un captador, donde los gastos de la empresa se derrochan por el clasismo de la directora y, todavía peor, cuando nosotras hemos aportado soluciones para que a largo plazo mantenernos en el puesto suponga mejorar nuestro trabajo y revertir los resultados nulos que tendremos el tiempo de cuarentena.
En esa reunión también se nos comunicó que se había presentado el ERTE pero que no se sabía la respuesta de la autoridad laboral. Y también se nos dijo que la ONG iba a hacer todo lo posible por pagarnos el 30% del salario de diferencia entre lo que correspondería por el ERTE y el salario normal de una captadora. Que en un principio todo apuntaba a que sí, pero que ya nos confirmarían.
Tras recibir la noticia de presentación del ERTE mandamos desde CNT-AIT un nuevo comunicado oponiéndonos una vez más al mismo. La empresa, siguiendo su línea habitual, ni siquiera nos ha respondido.

*Face to face (cara a a cara)