Seis meses de conflicto contra Plan Internacional: un balance

La mayoría de captadorxs de socixs de ONG son jóvenes precarixs que necesitan un trabajo que compatibilizar con sus estudios u otros trabajos. Acaban aquí porque este tipo de empresas no piden experiencia previa, prometen flexibilidad horaria para poder compatibilizar con estudios u otros trabajos y ofrecen salarios mayores que los de los otros tipos de trabajo a los que podemos optar (camarerx, dependienta, etc.). O eso te hacen creer en las ofertas que publican y en la entrevista. El puesto consiste en estar cuatro o cinco horas en la calle tratando de convencer a algún viandante de que colabore económicamente con la ONG. Porque esta parece ser la única forma posible de ayudar a otras personas (por regla general niñxs de países lejanos y empobrecidos), dar dinero, y a esto lo llaman solidaridad, aunque a todas luces encaja mucho mejor con la caridad cristiana.
Uno de los requisitos que pintan como imprescindibles este tipo de empresas es el optimismo y la tolerancia a la frustración. Buscan gente alegre para, además de utilizar esa alegría en su beneficio (así resultará más fácil convencer a alguien de colabore), explotar más fácilmente a sus trabajadorxs. La mayoría de captadorxs no supera el periodo de prueba, muchxs ni siquiera la primera semana, y esto se debe a que para poder mantenerse en su puesto de trabajo han de alcanzar unos objetivos numéricos. Por regla general se trata de hacer un socix al dia, y ademas no vale cualquier socix: hay criterios de nacionalidad (preferiblemente española porque lxs extranjerxs al tener una situación más difícil, por la que estas empresas no se preocupan obviamente, colaboran durante menos tiempo), edad (lxs menores de 24-25 años no cuentan), tiempo de colaboración (un socix que esté menos de 3 meses no solo no cuenta sino que penaliza), etc. Por eso necesitan gente con tolerancia a la frustración, porque los objetivos que piden son irrealizables y están recogidos en el contrato (por cierto casi siempre está en fraude de ley por el menor coste que les suponen así los despidos masivos a que acostumbran) con cláusulas abusivas, lo que te obliga a hacer horas extras no remuneradas por miedo a que echen y además sin indemnización.

Frente a este modelo de trabajo hace ya más de un año que desde CNT-AIT iniciamos un conflicto contra la Fundación Plan International España. Un año de lucha que no ha sido fácil. Desde que se creara la primera Sección Sindical en Granada, lxs trabajadorxs que han querido mejorar su situación laboral y especialmente lxs afiliadxs a CNT-AIT han sido objeto de todo tipo de estrategias de represión sindical y vulneración de derechos fundamentales, como cuando quisieron penalizar a lxs captadorxs que hicimos huelga el 8M, o cuando despidieron a toda la plantilla de Granada para intentar deshacerse así de la Sección Sindical de dicha provincia. Despidos, chantajes emocionales, amenazas, difamación, aislamiento y más despidos han sido la norma de aplicación por excelencia para las afiliadas a CNT-AIT. Y aún así hemos conseguido crecer, se creó una segunda sección en Madrid, se han intensificado las acciones sindicales y aquí estamos, dispuestxs a seguir luchando hasta conseguir un trabajo digno, que empieza por tener un contrato indefinido sin cláusulas abusivas ni trampas con letra pequeña.

Gracias al apoyo mutuo y la acción directa hemos conseguido ya importantes victorias: readmisión de las compañeras despedidas en Granada, Equipos de Protección Individual, fin de la aplicación de las cláusulas abusivas en toda Andalucia, aumento del salario base para todxs lxs captadores… Y todo ello pese a la represión sindical, a los intentos de la Fundación de desmantelar cualquier forma de autoorganización de lxs trabajadorxs que ya hemos comentado.

Como este modelo de trabajo no es exclusivo de Plan International, sino que por desgracia es lo habitual en el sector, hemos hecho piquetes informativos a captadorxs de otras ONG, se han llevado a cabo asambleas y en general estamos intentando organizarnos sin importar el color del chaleco que llevamos en la calle. Porque eso es la solidaridad y no lo que tratan de vender las ONG: es el apoyo mutuo, es la lucha autoorganizada por mejorar nuestra situación laboral, es reconocernos como iguales y actuar como tal. Todo lo demás es caridad, un lavado de conciencia, una forma de desentenderse del problema…

El pasado 18 de diciembre tuvo lugar el juicio por el despido de la delegada de CNT-AIT Madrid, despido que ha sido motivado por el miedo de la Fundación Plan International España a la lucha de lxs trabajadorxs, a su toma de conciencia y autoorganizacion, a CNT-AIT, que a diferencia de los sindicatos con los que están acostumbrados a tratar no se vende, que les ha demostrado lo que de verdad significa la solidaridad. Ya en el propio juicio la empresa reconoció la improcedencia del despido, queda solo por dilucidar la cuestión de la nulidad, pero pase lo que pase ya hemos ganado: porque hemos emprendido una lucha que va mucho más allá de Plan International y contamos con el mejor arma de todas, la solidaridad, la de verdad. Por eso hacemos un llamamiento a toda la plantilla de la empresa, así como a todxs lxs captadorxs del resto de ONG’s, para hacer frente juntxs a la explotación que caracteriza al sector.

EL ARMA DE LA OBRERA, LA SOLIDARIDAD